Muchas veces os habréis preguntado para qué sirve cada
objetivo y cuales son sus cualidades (y por supuesto también sus defectos). Vamos a empezar una serie en la cuál os explicaremos con todo detalle para qué sirve (casi) cada tipo de objetivo que podéis encontrar en el mercado.
Empezaremos por decir que la mayoría de las cámaras digitales vienen con una
única óptica, la cuál no podemos cambiar pero que engloba varias distancias focales ya que poseen
zoom.
Recordemos que hay dos tipos de
zoom: el digital y el óptico. El
zoom óptico, es el que mejor calidad ofrece, puesto que el objetivo obtiene una imagen real del sujeto, se ?acerca? al motivo a fotografiar.
El
zoom digital por el contrario amplia digitalmente la imagen para acercarse a ella, por el método de intrpolado de píxeles, lo cual hace que se pierda calidad. Este concepto es uno de los que analizamos en el post donde os damos consejos para elegir vuestra cámara digital y que podéis leer
aquí.
Una vez entendido esto, podemos mirar en el manual de la cámara o el objetivo para saber que lleva nuestra cámara. Imaginemos por ejemplo que nos dice que el objetivo es un 20mm-75mm. Vamos a fijarnos en el primer número, 20mm, este tamaño se corresponde con un
objetivo angular.
¿Qué quiere decir qué es un angular?
Partimos de la base de que
50mm en nuestro objetivo equivalen a la
visión humana natural, y que por tanto este objetivo ni aumenta ni deforma la realidad, y es el más adecuado para realizar retratos
Un
objetivo angular, engloba a todos aquellos desde 35mm para abajo y es aquel cuyo angulo de visión es superior al ángulo de la visión humana. Es por tanto muy útil para fotografiar una gran cantidad de objetos a una distancia cercana.
Este tipo de objetivos se suelen utilizar para
fotografiar interiores: en revistas o en internet habremos visto pisos con una inusual amplitud, y esto es fruto sin duda del uso del angular.
El o
bjetivo angular también se puede utilizar para realizar retratos con bizarro resultado, cuanto menor sea el número en milímetros, mayor será la deformación que produce en el sujeto.
Un objetivo de exagerada angulación es el llamado
ojo de pez, que puede llegar a abarcar una visión de
180 grados, sin duda un objetivo muy divertido a la hora de realizar imágenes, pero lo cierto es que no demasiado útil y con un precio bastante alto.
Los angulares también funcionan de maravilla con
paisajes. También podemos aprovechar la distorsión que nos ofrece el objetivo angular para dotar de irrealidad a nuestras imágenes más creativas.
El mayor defecto del angular es sin duda el
efecto barril: la distorsión a la que es sometida la imagen da pie a deformaciones en las lineas rectas, volviéndose curvadas, recordemos eso sí que podemos solucionar esto con una adecuada
edición en photoshop.