A
Remya Warrier siempre le han gustado los
animales. Recientemente su amor se convirtió en miedo. Sí, puede existir el temor de cuánto tiempo pueden existir maravillosas
criaturas. Su hijo, que adora la
vida silvestre, puede que no llegue a conocer algunas de las especies que hoy en día pueblan el planeta.
Al igual que el pequeño juega con sus dinosaurios de juguete, quizás en un
futuro no muy lejano tendrá que jugar con
rinocerontes u osos polares de juguete. Al sentirse desanimado y, al mismo tiempo, responsable decidió actuar de inmediato.
Remya Warrier preparó sus maletas pero ir a Asia y África no era realmente posible y pensaba que gastar tanto
dinero y emitir tanto dióxido de carbono tampoco tenía mucho sentido, así que decidió tomar fotos de animales de
juguete para coincienciar de la
importancia de evitar su extinción. "Si no nos lo tomamos en serio, solo nos quedarán los animales de juguete", pensó. Con esta serie intenta dar una muestra de
realidad de los animales de juguete en su medio natural, aunque la mayoría de las fotos están tomadas en el salón de su casa.