¿Vives en una gran ciudad? ¿En una pequeña? ¿En un pueblo o en una aldea? Si esto último es tu caso, no te acomplejes. Si quieres hacer grandes fotografías, no necesitas cambiar tu paisaje cotidiano. Examina tu propia ciudad o pueblo, con ojos nuevos, con una nueva mirada. Lo que para ti puede ser obvio, anodino, para otras personas ajenas, puede resultar exótico.Examina tu entorno, y sin duda encontrarás ese lugar recóndito, ese lugar extraño que de niñ@ te daba miedo o por el contrario despertaba en ti afán de aventuras y que despertaba tu imaginación. Prueba a ser otra vez niñ@
.
Observa esa vieja fábrica, con sus muros descoloridos, algunos recorridos por plantas que han surgido espontáneamente. Esa fábrica otrora llena de vida, y ahora abandonada.
Puedes fotografiar calles solitarias, o puedes poblar de personajes anónimos tu ciudad, que se dirigen afanosamente a sus tareas habituales. No te importe usar
velocidades lentas(entre 1/5 y 1/30 de segundo), cerrando convenientemente el
diafragma, usando el trípode para evitar
fotos movidas.
Los personajes saldrán borrosos, dándole una impresión de vivacidad mayor que si los personajes están ?congelados?.
La mejor
iluminaciónpara este tipo de fotografías provendría de un cielo parcial o totalmente cubierto. Obtendríamos colores densos y
contrastesescasos.
Un cielo azul y un sol luminoso, proporcionaría fotos con fuertes
contrastesentre la sombra y las zonas iluminadas directamente por el sol; puedes hacerlo si es éste el efecto que buscas.
Un sol cenital en pleno verano, nos proporcionaría sombras escasas y colores fuertes, muy definidos. Encuentra tu propio estilo, y cuando lo encuentres, síguelo.
Si eres perfeccionista, y entra en tus posibilidades, visita el mismo lugar a distintas horas del día y de la noche para valorar los cambios en la
iluminación, y como no, también en el entorno