Realizar fotografía de reportaje no es tarea fácil. De hecho puede que nos encontremos ante el género que más dificultad entraña y es que en él se combinan técnica y talento, para crear una especie de realidad artística. Se trata de saber escoger lo que Cartier-Bresson llamaba el instante decisivo, y hacerlo de forma correcta a nivel técnico y de forma relevante a nivel artístico. ¿Cómo hacerlo? Ahí van unos consejos.
Autor: Dominique Auerbacher
Prepara el formato en el que trabajaras. Esto quiere decir que debes saber con anticipación que cámara y objetivo vas a utilizar. Dependiendo de lo que quieras fotografiar, será más interesante utilizar una cámara pequeña o una más potente. En general las cámaras pequeñas llaman menos la atención y por tanto son más sencillas de usar.
¿Y en cuanto al objetivo? Un zoom luminoso, que permita diafragmas abiertos será sin duda la opción más sencilla. Pero ¿queremos la opción más sencilla? Robert Capa decía que si tu foto no era buena es que no estabas suficientemente cerca. Así que utilizar un objetivo 50 mm. por ejemplo, o incluso un angular también es una buena opción. Debes valorar todas las posibilidades y escoger en consecuencia.
Eso sí, tu objetivo debería ser luminoso porque las velocidades altas juegan un papel muy importante. Estamos hablando de utilizar 1000 de media. ¿Por qué? Porque si queremos captar un solo instante va a ser muy difícil hacerlo a una velocidad lenta. La vida normalmente, pasa delante de nuestros ojos a una velocidad desorbitada y para captarlo con la cámara, lo mejor es recurrir a este tipo de velocidades que congelan la escena. ¿Y cómo compensamos una velocidad alta? Con un objetivo luminoso.Enfocar puede ser tarea difícil. Lo cierto es que los resultados con un diafragma abierto son espectaculares si damos en el punto de enfoque. Debemos aprender como funciona nuestra cámara en el enfoque para poder sacarle todo el partido, y ser lo suficientemente rápidos enfocando como para no perdernos nada.
El modo ráfaga de la cámara también será nuestro fiel compañero. Con él podemos asegurarnos que al menos una de las imágenes habrá salido bien. No se trata de ser un mal fotógrafo, por usarla, se trata de lo contrario: aprovechar las posibilidades técnicas que tenemos para obtener el mejor resultado posible.
Autor: Dominique Auerbacher
La anticipación, es también algo que debemos aprender. Se trata de intentar adivinar que es lo que va a pasar según vamos observando lo que tenemos alrededor, para colocarnos en el mejor lugar desde el que fotografiar cuando el momento suceda. Es algo complicado, pero con el tiempo y desarrollando el punto siguiente que os vamos a contar, se puede aprender.
La observación es el último punto, pero no el menos importante. Observar es la base de todo fotógrafo que quiera investigar el mundo del reportaje fotográfico. Observar se trata de abrirnos al entorno con todos los sentidos, de captar la esencia de un lugar, de la gente. Observar no es solo mirar, es desarrollar nuestra sensibilidad para conseguir retratar lo que estamos viendo.
Autor: Dominique Auerbacher
Prepara el formato en el que trabajaras. Esto quiere decir que debes saber con anticipación que cámara y objetivo vas a utilizar. Dependiendo de lo que quieras fotografiar, será más interesante utilizar una cámara pequeña o una más potente. En general las cámaras pequeñas llaman menos la atención y por tanto son más sencillas de usar.
¿Y en cuanto al objetivo? Un zoom luminoso, que permita diafragmas abiertos será sin duda la opción más sencilla. Pero ¿queremos la opción más sencilla? Robert Capa decía que si tu foto no era buena es que no estabas suficientemente cerca. Así que utilizar un objetivo 50 mm. por ejemplo, o incluso un angular también es una buena opción. Debes valorar todas las posibilidades y escoger en consecuencia.
Eso sí, tu objetivo debería ser luminoso porque las velocidades altas juegan un papel muy importante. Estamos hablando de utilizar 1000 de media. ¿Por qué? Porque si queremos captar un solo instante va a ser muy difícil hacerlo a una velocidad lenta. La vida normalmente, pasa delante de nuestros ojos a una velocidad desorbitada y para captarlo con la cámara, lo mejor es recurrir a este tipo de velocidades que congelan la escena. ¿Y cómo compensamos una velocidad alta? Con un objetivo luminoso.Enfocar puede ser tarea difícil. Lo cierto es que los resultados con un diafragma abierto son espectaculares si damos en el punto de enfoque. Debemos aprender como funciona nuestra cámara en el enfoque para poder sacarle todo el partido, y ser lo suficientemente rápidos enfocando como para no perdernos nada.
El modo ráfaga de la cámara también será nuestro fiel compañero. Con él podemos asegurarnos que al menos una de las imágenes habrá salido bien. No se trata de ser un mal fotógrafo, por usarla, se trata de lo contrario: aprovechar las posibilidades técnicas que tenemos para obtener el mejor resultado posible. Autor: Dominique Auerbacher
La anticipación, es también algo que debemos aprender. Se trata de intentar adivinar que es lo que va a pasar según vamos observando lo que tenemos alrededor, para colocarnos en el mejor lugar desde el que fotografiar cuando el momento suceda. Es algo complicado, pero con el tiempo y desarrollando el punto siguiente que os vamos a contar, se puede aprender.
La observación es el último punto, pero no el menos importante. Observar es la base de todo fotógrafo que quiera investigar el mundo del reportaje fotográfico. Observar se trata de abrirnos al entorno con todos los sentidos, de captar la esencia de un lugar, de la gente. Observar no es solo mirar, es desarrollar nuestra sensibilidad para conseguir retratar lo que estamos viendo.