Flor
Como ya os hemos contado antes, a la hora de realizar una
fotografía hay dos elementos primordiales:
velocidad y
diafragma. En esta ocasión os vamos a hablar en profundidad de campo de este último. (Zona de la foto que está enfocada)
El
diafragma es el dedicado al
enfoque, dependiendo de la abertura de éste, entrara más luz o menos en nuestra
imagen y esto hará que esté más o menos
enfocada. ¿Cómo podemos controlarlo?
Cuanto más luz entre menor enfoque obtendremos, a menos luz más enfoque. Esta es la regla básica por la que nos debemos guiar, al principio puede resultar un poco contradictoria pero con un poco de práctica la asumiremos de forma natural.
La mayoría de réflex digitales vienen con esta posibilidad, situando la ruleta en modo manual podemos controlar este parámetro a nuestro antojo. ¿Qué es lo mejor en cada ocasión?
La lógica nos lleva a pensar que cuanta menos luz tengamos en el ambiente más luz debemos aportar con el diafragma, pero si nos interesa que todo salga enfocado, nos podemos valer de trípode y de paciencia, bajar la velocidad y mantener un diafragma lo suficientemente cerrado como para mantener el enfoque.
Las cámaras actuales tienen un punto en el cual el enfoque es el óptimo, y varía según el fabricante. Esto quiere decir que pasando de determinado diafragma, puede que obtengamos mayor enfoque pero vamos a perder calidad de forma considerable. Evitaremos esto investigando un poquito pero lo cierto es que debemos desconfiar de todo diafragma superior a 11.
Las cámaras de gran formato (dejando de lado los respaldos digitales en cámaras de medio formato) son las que mayor calidad nos ofrecen del mercado (muy por encima de las gamas superiores por ejemplo de Canon) permiten unos diafragmas muy cerrados (llegando al 64) lo que permite que las fotografías resultantes sean más reales que la realidad.
Actualmente muchos fotógrafos siguen utilizando este formato, muchos de ellos siguiendo las enseñanzas de Ansel Adams, fotógrafo famoso por su virtuosa técnica, inventó el sistema zonal, que aconsejaba a fotógrafos de todo el mundo como revelar obteniendo la mayor escala de grises posible. Ansel Adams que se dedicaba principalmente al paisaje, el parque natural de Yosemite era su preferido y realizaba sus fotografías con el diafragma más cerrado, el f64, lo que permitía que las imágenes tuvieran unos detalles únicos, desde luego su obra es muy inspiradora y supone un referente técnico.
Es complicado controlar la velocidad y el diafragma sobre todo al principio, pero con práctica podréis comenzar a hacerlo de forma casi intuitiva.
Podéis mirar el trabajo de Ansel Adams aquí. Pronto os hablaremos del grupo dÆel f64 para que conozcáis un poquito de historia.
