Las nubes están ahí arriba, todo el rato. Las hay blancas y redonditas, como borreguitos, como las que podemos encontrar en una linda tarde de verano. Las hay enormes, con aspecto de torres que se elevan hasta la estratosfera, que no presagian nada nuevo. Una tormenta amenaza en el horizonte. ¿Te vas a esconder?Con un poco de prácticas conseguirás fotografías majestuosas de
cielos nublados, que más tarde te servirán para incluir en otras
fotografías de paisajesu otros motivos, donde tu cielo dará ciertamente un nuevo valor. Para eso puedes usar los
programas de retoque fotográfico, simplemente usando las
capas, pronto haremos un
tutorialdonde os explicaremos como hacerlo. Si observas atentamente el cielo desde un lugar adecuado, en la playa, en el campo, en la montaña, observarás un sinfín de motivaciones que se renuevan constantemente. ¿Has captado alguna vez el arco-iris? ¿Los relámpagos de una tormenta? No dejes que se te escapen. Para captar los rayos, obviamente primero necesitas una buena tormenta. Un lugar donde no te mojes demasiado. Una cámara de fotos montada en su
trípode, pues vas a necesitar
velocidades muy lentas (incluso de varios minutos, si es una tormenta nocturna), apuntar hacia las nubes más negras con un
diafragmacerrado (un 8 estaría bien) y confiar en tu buena suerte. Para el arco iris tendrás que esperar a que acabe la tormenta. De paso observarás que los momentos posteriores, cuando salen los primeros rayos de sol, la
iluminaciónsuele ser óptima. El atardecer siempre ha dado mucho de si, y todo hay que decirlo, es más cómodo que el amanecer, pues no hay que madrugar. Los tonos multicolores, en los que dominan los rojos, pero si te fijas, también encontrarás amarillos, naranja, violetas. Entrena tu vista para distinguir los colores, seguro que encuentras otros muchos. Eso si, evita mirar directamente al sol.
No obstante, no todo acaba con fotografías de nubes. En el cielo, sobre tu cabeza, ocurren constantemente cosas. Bandadas de aves pasan al amanecer y al atardecer. Mirlos, gaviotas, cigüeñas, etc. Todo un mundo de vida voladora. Sin ánimo de ser pesimista, esa bandada que has conseguido captar con tu objetivo, podría ser la última. Recuerda siempre, siempre, has de aprovechar la máxima calidad que te ofrezca tu cámara, para ello debes buscar en el menú de la misma, y elegir la mejor opción normalmente L y si te da la posibilidad también puedes probar con el formato RAW. De nada te va a servir ampliar la capacidad de la tarjeta a varios miles, si la calidad de las imágenes son de baja resolución. Más vale una sola fotografía perfecta que mil fotos, las cuales, a penas las amplíes, empiecen a mostrar el molesto pixelado. ¿Eres de de los que disparan 500 veces con la esperanza de que una de las fotos te salga bien? Recuerda, como en tantas cosas, más vale calidad que cantidad. Si piensas que el ordenador de tu casa no tiene capacidad para mostrar una foto que ?pesa? mucho, date cuenta que en pocos años, lo que parecía un monstruo de megapixeles, se habrá quedado obsoleto. Se generos@ y creo que no te arrepentirás.